martes, 13 de agosto de 2013

Lluvia de propuestas para miembros del Supremo

El representante del Partido Nuevo Progresista, Urayoán Hernández Alvarado, propuso hoy una medida que evitaría que todo juez presidente del Tribunal Supremo retorne como abogado litigante en pleitos dentro de las cortes de Puerto Rico y obtenga contratos de asesor en alguna rama del gobierno o se convierta en cabildero cuando éste se haya retirado de su cargo. 
 Además, Hernández Alvarado sugirió elevar la edad del retiro obligatorio para todos los miembros del Supremo, del nivel actual de 70 años a 76.

 “Debido a la posición ejercida, un juez presidente del Tribunal Supremo tiene una alta influencia sobre los demás jueces de tribunales de menor jerarquía. Incluso, éste sirve como jefe de la Rama Judicial, por ende, como supervisor de todos los jueces en el sistema. Esta posición, por sí sola, cuenta con un gran poder inherente. El que un exjuez del Supremo, luego de retirado, continúe ejerciendo su función como litigante es altamente cuestionable ya que raya en posibles conflictos éticos regulados por la profesión y por eso entendemos que es meritorio legislar para evitar esta práctica”, dijo Hernández Alvarado en declaraciones escritas.
Recientemente el recién retirado juez presidente del Tribunal Supremo del estado de Oregón, Paul J. de Muñiz, ha sido severamente criticado por unirse a una firma de cabilderos que realizan trabajos a favor de la industria de los seguros. Tanto han sido los cuestionamientos levantados por su nueva profesión, que la Legislatura estatal se encuentra estudiando medidas como la presentada hoy por Hernández Alvarado para limitar las influencias de estos magistrados.
Según el legislador novoprogresista, un juez presidente no debe tener la necesidad de regresar a las cortes, pues tiene una pensión vitalicia que equivale a 10% de su ingreso. De hecho, dijo que las pensiones de los jueces son las únicas que se encuentran garantizadas por la Constitución de Puerto Rico. El artículo 7.001, de la Ley 201-2003, dicta que el salario del juez presidente del Supremo será de $125,000 anuales. 
"El líder del Supremo continuará devengando esta cantidad en su retiro y de forma vitalicia, por eso no es viable el regresar a la fuerza laborar como abogado litigante, asesor o cabildero”, puntualizó el legislador del PNP.
Asimismo, el representante estadista argumentó a favor del aumento en la edad de retiro indicando que cuando se estipuló la misma, la expectativa de vida en la Isla rondaba en los 66 años.
“En el estado de Nueva York hay un intento actual por subir la edad de retiro de los jueces del Tribunal Supremo de 76 años a 80. Según dice la conclusión escrita por el presidente del Supremo de ese estado, el juez Sidney F. Strauss, ‘hace apenas cinco décadas atrás, cuando se estipuló el retiro, la expectativa de vida de una persona era los 61 años y por eso ahora el retiro compulsorio a los 80 era algo más que razonable’. La expectativa de vida en el Puerto Rico de hoy es de 80 a 85 años, por eso entendemos que la edad para la jubilación mandatorio de los jueces del Supremo debe ser 76”, aseguró el representante por Orocovis, Barranquitas, Villalba y Coamo.
El legislador sostiene que cuando se estableció la edad de 70 años como el límite para ejercer funciones, esta no estaba diseñada para que los jueces continuaran su práctica privada luego de jubilados, ya que se les consideraba mayores si tomamos como base la expectativa de vida en la década de los 50. 

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